sábado, 27 de marzo de 2021

EL VERDADERO REINO




 En aquel tiempo, muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús. Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron: "¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación." Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: "Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera." Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.
Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente con los judíos, sino que se retiró a la región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos. Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban: "¿Qué os parece? ¿No vendrá a la fiesta?" Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el que se enterase de dónde estaba les avisara para prenderlo.

Los judíos tenían una idea equivocada del Mesías. Para ellos sería el líder político que expulsaría el dominio romano y haría de Israel un gran reino. Esta es una de las causas por las que decidieron matar a Jesús. Como no creían en Él, temían la reacción violenta de los romanos. El Reino de Jesús no era político. Era el Reino del Amor, por eso los sacerdotes y fariseos no supieron captarlo. ¿Lo hemos entendido nosotros?
"Las invasiones sucesivas de las potencias militares de la tierra Palestina, asirios y babilonios, habían causado que la población se dispersara por las naciones del Mediterráneo. Había israelitas y judaítas en muchas otras ciudades además de las del exilio babilónico. Cuando pudieron volver a su patria, muchos no lo hicieron y la disgregación se prolongó hasta hoy. En el imaginario religioso, sin embargo, creció la idea de la reunificación del pueblo de Dios bajo un solo líder, el mesías. Este es el trasfondo del episodio evangélico. Es Cristo enaltecido el punto de atracción para todos los hijos de Dios.
La unidad es un bien deseable en toda comunidad humana. La unidad de personas y pueblos se construye en base a valores y objetivos comunes. En los decenios recientes, han sido los valores humanos los que han concitado más voluntades y proyectos. El Evangelio representa el crisol por el que se discierne si los impulsos culturales promocionan o socavan la dignidad humana. ¿Qué instrumentos promueven la unidad de la comunidad de fe?" (Koinonía)

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