lunes, 7 de febrero de 2022

EL VERDADERO CAMINO DE DIOS

 


En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.)
Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: "¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?" Él les contestó: "Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos." Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres."
Y añadió: "Anuláis el mandamiento de Dios por mantener vuestra tradición. Moisés dijo: "Honra a tu padre y a tu madre" y "el que maldiga a su padre o a su madre tiene pena de muerte"; en cambio, vosotros decís: Si uno le dice a su padre o a su madre: "Los bienes con que podría ayudarte los ofrezco al templo", ya no le permitís hacer nada por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con esa tradición que os trasmitís; y como éstas hacéis muchas."


Hoy Jesús se muestra muy duro con los escribas y fariseos. Les acusa de reducir la religión al cumplimiento de detalles, ritos, normas y olvidan els verdadero espíritu de la ley. Les acusa de dejar de lado el mandamiento de Dios, el Amor, para mantener tradiciones sin sentido.
Hoy nos diría lo mismo. Dejamos morir a la gente en el mediterráneo; les cerramos nuestras fronteras; les negamos sus derechos...Y seguimos practicando una religión de palabras sin actos concretos, sin amar a nuestro prójimo. Nuestras devociones, si no nos llevan a un Dios presente en los pobres, en los perseguidos, en los hambrientos, en los desahuciados...no tienen ningún sentido. El verdadero camino de Dios es el Amor.

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