lunes, 26 de agosto de 2019

¡AY DE NOSOTROS!


"¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que cerráis a todos la puerta del reino de los cielos. Ni vosotros entráis ni dejáis entrar a los que quisieran hacerlo. 
¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que recorréis tierra y mar para ganar un adepto, y cuando lo habéis ganado hacéis de él una persona dos veces más merecedora del infierno que vosotros mismos.

¡Ay de vosotros, guías ciegos!, que decís: ‘El que hace una promesa jurando por el templo no se compromete a nada; el que queda comprometido es el que jura por el oro del templo.’ ¡Estúpidos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro o el templo por el que el oro queda consagrado? También decís: ‘El que hace una promesa jurando por el altar no se compromete a nada; el que queda comprometido es el que jura por la ofrenda que está sobre el altar.’ ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar por el que la ofrenda queda consagrada? El que jura por el altar, no solo jura por el altar sino también por todo lo que hay encima de él; y el que jura por el templo, no solo jura por el templo sino también por Dios, que vive allí. Y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por Dios mismo, que se sienta en él.
"
El 'ay de vosotros' del evangelio de hoy, debemos transformarlo en 'ay de nosotros'. Porque los que nos creemos miembros de la Iglesia, seguidores de Jesús, muchas veces somos los que impedimos a los demás que lo sigan. Atamos a la gente con normas, obligaciones, leyes...y olvidamos que lo importante es el Amor. De nada sirve cumplir una ley si ignoramos a nuestros hermanos. De nada sirven nuestras ceremonias, si dejamos abandonados a su suerte a tantos hombres. 
"Durante estos días estaremos reflexionando sobre las denuncias de Jesús contra escribas y fariseos. La acusación es introducida siempre con “¡ay de vosotros!”, no como expresión de lamento sino como sentencia que prepara un juicio contra las autoridades religiosas y políticas de Israel. El motivo de la denuncia es imponer al pueblo el cumplimiento minucioso de la ley como único camino de salvación, olvidando que su sentido original era guiar a la comunidad para vivir en justicia y santidad. No es la ley la que salva, sino el compromiso en favor de la dignidad humana. Dos actitudes son las claves de tan deplorable comportamiento: la hipocresía y la ceguera para guiar a los demás. Las autoridades religiosas convirtieron la bondad de la ley en una estrategia de dominación, de corrupción y de enriquecimiento, imponiendo múltiples impuestos, sacrificios y ofrendas. La apariencia de santidad de escribas y fariseos es desenmascarada por Jesús y presentada como la “contraimagen” de lo que Jesús quiere de su Iglesia y de sus seguidores: cero hipocresía, corrupción e idolatría del dinero." (Koinonía) 


1 comentario:

  1. "... ... ... ¡Cecs! Què és més important, l'ofrena o l'altar pel qual l'ofrena queda consagrada? El que jura per l'altar, no només jura per l'altar sinó també per tot el que hi ha damunt d'ell; i el que jura pel temple, no només jura pel temple sinó també per Déu, que hi viu. I el que jura pel cel, jura pel tron ​​de Déu i per Déu mateix, que seu a ell..."

    Oblidem que l'important és l'Amor. No serveix de res complir una llei si ignorem als nostres germans. De res serveixen les nostres cerimònies, si deixem abandonats a la seva sort a tants homes. (Koinonia)

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