miércoles, 21 de agosto de 2019

PRIMEROS O ÚLTIMOS


"El reino de los cielos se puede comparar al dueño de una finca que salió muy de mañana a contratar trabajadores para su viña. Acordó con ellos pagarles el salario de un día y los mandó a trabajar a su viña. Volvió a salir sobre las nueve de la mañana y vio a otros que estaban en la plaza, desocupados. Les dijo: ‘Id también vosotros a trabajar a mi viña. Os daré lo que sea justo.’ Y ellos fueron. El dueño salió de nuevo hacia el mediodía, y otra vez a las tres de la tarde, e hizo lo mismo. Alrededor de las cinco de la tarde volvió a la plaza y encontró a otros desocupados. Les preguntó: ‘¿Por qué estáis aquí todo el día, sin trabajar?’ Le contestaron: ‘Porque nadie nos ha contratado.’ Entonces les dijo: ‘Id también vosotros a trabajar a mi viña.’
Cuando llegó la noche, el dueño dijo al encargado del trabajo: ‘Llama a los trabajadores, y págales empezando por los últimos y terminando por los primeros.’ Se presentaron, pues, los que habían entrado a trabajar alrededor de las cinco de la tarde, y cada uno recibió el salario completo de un día. Cuando les tocó el turno a los que habían entrado primero, pensaron que recibirían más; pero cada uno de ellos recibió también el salario de un día. Al cobrarlo, comenzaron a murmurar contra el dueño. Decían: ‘A estos, que llegaron al final y trabajaron solamente una hora, les has pagado igual que a nosotros, que hemos soportado el trabajo y el calor de todo el día.’ Pero el dueño contestó a uno de ellos: ‘Amigo, no te estoy tratando injustamente. ¿Acaso no acordaste conmigo recibir el salario de un día? Pues toma tu paga y vete. Si a mí me parece bien dar a este que entró a trabajar al final lo mismo que te doy a ti, es porque tengo el derecho de hacer lo que quiera con mi dinero. ¿O quizá te da envidia el que yo sea bondadoso?’
De modo que los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos." 


A nosotros nos gustan las calificaciones y luchamos por ser los primeros. Nos creemos merecedores de privilegios. Y olvidamos, que es Él quien nos llama, y no tenemos ningún mérito si hace mucho que le seguimos. Es más, quizá por eso, porque hace mucho tiempo, nuestra vida está llena de tibieza. De lo que se trata es de seguirlo siempre como si acabáramos de recibir su llamada.
"La imagen de la viña, que en los profetas simbolizaba a Israel, ahora representa al nuevo pueblo de Dios. En la nueva viña lo que determina la calidad del cristiano no es la antigüedad o el mayor rendimiento, sino la aceptación a un llamado gratuito de Dios y a un servicio comprometido con el prójimo. Al final del día, no se trata de desistir a recibir lo justo de acuerdo con las necesidades, sino a querer recibir más por privilegios o prerrogativas personales. Cuando se hacen las cosas solo para alimentar intereses particulares y egoístas, somos los últimos en experimentar el amor de Dios y los primeros en fomentar división e injusticia. El colofón de la parábola “los últimos serán primeros y los primeros últimos” significa que la igualdad y la equidad son para Jesús, un criterio fundamental en la construcción del nuevo pueblo de Dios. Al final de cada día deberíamos preguntarnos por la calidad de la viña familiar y comunitaria que estamos construyendo y por la generosidad en todo lo que hacemos." (Koinonía) 


1 comentario:

  1. "El Regne del cel es pot comparar a l'amo d'una finca que va sortir de bon matí a contractar treballadors per la seva vinya. Va acordar amb ells pagar-los el salari d'un dia i els envià a la seva vinya. Va tornar a sortir cap a les nou del matí i va veure a altres que eren a la plaça sense feina. Els va dir: 'Aneu també vosaltres a treballar a la vinya. Us donaré el que sigui just.' I ells van ser. L'amo va sortir de nou cap al migdia, i una altra vegada a les tres de la tarda, i va fer el mateix. Al voltant de les cinc de la tarda va tornar a la plaça i trobar d'altres. Les preguntar: '¿ per què us esteu aquí tot el dia sense fer res? ' Li van contestar: 'Perquè ningú ens ha contractat.' Llavors els digué: 'Aneu també vosaltres a treballar a la vinya.'
    Quan va arribar la nit, l'amo va dir a l'encarregat del treball: 'Crida els treballadors, i paga'ls començant pels últims i acabant pels primers.' Es van presentar, doncs, els que havien entrat a treballar al voltant de les cinc de la tarda, i cada un va rebre el salari complet d'un dia. Quan els va tocar el torn als que havien entrat primer, van pensar que rebrien més; però cada un d'ells va rebre també el salari d'un dia. A l'cobrar-lo, van començar a murmurar contra el propietari. Deien: 'A aquests, que van arribar al final i van treballar només una hora, els has pagat igual que a nosaltres, que hem suportat el treball i la calor de tot el dia.' Però l'amo va respondre a un d'ells: 'Amic, no t'estic tractant injustament. És que no acordaste amb mi rebre el salari d'un dia? Doncs pren la paga i vés-te'n. Si a mi em sembla bé donar a aquest que va entrar a treballar al final el mateix que et dono a tu, és perquè tinc el dret de fer el que vulgui amb els meus diners. O potser et fa enveja perquè jo sóc bondadós? '
    De manera que els que ara són els últims, seran els primers; i els que ara són els primers, seran els últims. "

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