lunes, 9 de diciembre de 2019

EL ANACORETA Y EL EVANGELIO


Aquel hombre dijo al Anacoreta:
- Para qué leer tanto el Evangelio. Siempre dice lo mismo.
El anciano pegó un respingo; luego sonrió y dijo:
- Precisamente, cuando leemos el Evangelio meditándolo, cada vez nos dice algo distinto. No porque el libro cambie, sino porque nuestras circunstancias cambian. 
Se detuvo unos instantes y prosiguió:
- No se trata de interpretarlo a nuestra conveniencia; de buscar excusas a nuestro comportamiento. Si lo leemos intentando buscar la Verdad, la respuesta a nuestras preguntas, encontraremos en él la luz que nos ayudará a crecer y a seguir adelante.
Miró a aquel hombre y concluyó:
- El Evangelio no es una biografía, ni una novela. Es la reflexión de la primera comunidad cristiana sobre las palabra y los hechos de Jesús que habían llegado hasta ellos. Esa reflexión, debemos continuarla en nuestras circunstancias actuales.

1 comentario:

  1. Es cierto que en momentos muy diferentes, podemos encontrar en él algo en qué apoyarnos, algo que nos ayude a ser un poco mejores cada día

    Me da mucha alegría volver a ver al Anacoreta por aquí, me recuerda épocas pasadas

    Un abrazo

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