jueves, 13 de enero de 2022

ÉL SIEMPRE NOS PERDONA




 En aquel tiempo se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: "Si quieres, puedes limpiarme". Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó diciendo: "Quiero: queda limpio". La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio. El lo despidió, encargándoles severamente: "No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés. Pero cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes

Este evangelio me sugiere la esperanza. El leproso es símbolo de lo peor, de lo repugnante, del mal. Para los judíos la enfermedad era el producto del pecado. Un castigo de Dios. Y entre los enfermos, los más rechazados eran los leprosos a los que se les expulsaba de la sociedad. Jesús lo "toca". Jesús lo cura. Por pecadores que podamos ser, siempre hemos de tener la esperanza, la seguridad de que Él nos curará. Jesús siempre perdona.

"«Si quieres, puedes sanarme». Esta frase ha inspirado muchos escritos a lo largo de la historia, pero la respuesta de Jesús ha dado vida a muchas hermosas historias: «¡Quiero!, queda sano». Frente a la muerte, incluso explícita, como en la narración de I Samuel, la presencia de Jesús siempre da vida. En un momento histórico en el que la humanidad sigue viviendo un consumismo feroz en el que una parte de la población mundial devora la posibilidad de vida del resto poniendo en peligro incluso hasta la estabilidad y la soberanía alimentaria, la presencia de Jesús es absolutamente urgente. Un Jesús que invita a sanar a las personas, las familias, las comunidades, la política y la sociedad, para que detengamos la muerte del ser humano por el propio ser humano. Quizá el miedo nos detiene, pero quienes en Jesús creemos y vivimos siempre encontramos cómo reproducir ese «queda sano». ¿Será que nuestra acción pastoral va hacia quienes más nos necesitan o hay que ajustar algo?" (Koinonía)

1 comentario:

  1. Habitar en Cristo y el Habitar en ti es lo más grande que un ser humano puede pedir los dos somos uno

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