sábado, 22 de enero de 2022

EL BIEN ES INCOMPRENDIDO

 


En aquel tiempo volvió Jesús con sus discípulos a casa y se juntó tanta gente, que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque decían que no estaba en sus cabales.

Hacer el bien no siempre es comprendido. Las personas que han dedicado su vida a los más necesitados, han sido criticadas muchas veces. No todos aceptan el consejo del Papa Francisco de trabajar en la frontera corriendo el riesgo de mancharse de barro. Pero ese fue el camino de Jesús. No sólo incomprendido por los fariseos y doctores de la ley, incluso por su propia familia. Muchas veces serán los más cercanos los que dirán que hemos perdido la cabeza. Pero seguir a Jesús es entregarse totalmente. Lo que hizo Él.

"De muchas formas Jesús se hace presente en nuestros hogares, en la familia, en los vecinos, en los amigos; también en la vida hecha oración, sacrificio, compartir, y, por qué no, en los conflictos, pleitos, enfermedad, pérdidas, etc. Lo más importante es que seamos capaces de identificar su presencia amorosa y su fortaleza motivadora que nos invita a no desmayar ni a perder la fe. Si encarnamos su mensaje de Vida y Salvación, tengamos la certeza de que nos sucederá como a Jesús: su propia familia lo creía fuera de sí. Jesús fue visto como inadaptado por no seguir lo establecido para un varón de su edad en la sociedad judía. No actuar en conformidad con lo establecido por el sistema dominante, no practicar el silencio cómplice –quizá– frente a lo que empobrece la vida del pueblo, es una locura. Cabe preguntarnos: ¿Es válido el silencio cómplice en un momento en que sigue en peligro la vida de las mayorías? Reflexiona con tu familia y ora para alcanzar sabiduría." (Koinonía)

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