lunes, 9 de enero de 2012

EL SÍNDROME DEL EMPERADOR


Se conoce como Síndrome del Emperador al transtorno de la conducta por la que los niños se transforman en maltratadores de sus padres, psíquica e incluso físicamente.
Parece ser que los casos aumentan. En el año 2010, se presentaron 6500 denuncias a la Fiscalía General del Estado. El hecho de que los padres sean reticentes a denunciar a sus propios hijos, hace suponer que esta cifra es sólo la punta del iceberg.
Últimamente se escribe mucho sobre la componente genética de este Síndrome. El que una de las causas sea genética no explica su aumento. El asma tiene una componente genética, pero su aumento se debe a la polución creciente de nuestras ciudades y al tabaquismo en aumento de las madres, entre otras causas.
El aumento del Síndrome del Emperador, además de en la genética, debemos buscarlo en el entorno del niño. Es decir, en la familia y en la sociedad. La familia debe buscar el difícil equilibrio entre autoridad y afectividad. De unos padres autoritarios en exceso, hemos pasado a unos padres demasiado permisivos. 
La sociedad, por otro lado, nos presenta un modelo hedonista, en que todo son derechos; en la que más vale quien más tiene y en la que se oculta el esfuerzo y el sufrimiento.
En la familia es quizá donde se encuentra el camino para remediar el problema. El diálogo ha de ser esencial. El saber explicar a los hijos el por qué de las órdenes y prohibiciones. Enseñarles lo que cuesta conseguir las cosas. Y hacerles ver, que los valores son más importantes que el dinero, el poder o el placer.
Y si me está leyendo algún maestro, reconocerá, que el educador, es el que suple en la escuela a los padres, ante el chico con Síndrome del Emperador.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario