jueves, 13 de julio de 2017

NUESTRA MISIÓN


"Id y anunciad que el reino de los cielos está cerca. Sanad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad de su enfermedad a los leprosos y expulsad a los demonios. Gratis habéis recibido este poder: dadlo gratis.
No llevéis oro ni plata ni cobre ni provisiones para el camino. No llevéis ropa de repuesto ni sandalias ni bastón, pues el obrero tiene derecho a su sustento.
Cuando lleguéis a un pueblo o aldea, buscad a alguien digno de confianza y quedaos en su casa hasta que salgáis de allí. Al entrar en la casa, saludad a los que viven en ella.  Si la gente de la casa lo merece, la paz de vuestro saludo quedará en ella; si no lo merece, volverá a vosotros. Y si no os reciben ni quieren escucharos, salid de la casa o del pueblo y sacudíos el polvo de los pies. Os aseguro que en el día del juicio el castigo de ese pueblo será más duro que el de los habitantes de la región de Sodoma y Gomorra."

Hoy Jesús nos señala claramente cuál es nuestra misión y cómo debemos realizarla.
Como veíamos ayer, nuestra misión es la de combatir el mal, la de curar la de combatir las injusticias, la de mostrar a todos un Dios misericordioso.
Y nos señala con claridad el camino: la gratuidad. No es el camino del dinero, ni del poder, ni de los grandes medios. Es el camino del que con sencillez entrega su vida a los demás y da su mano al que lo necesita. El camino del que quiere cambiar este mundo con el ejemplo de una vida sencilla y amorosa.
¿Por qué no hemos hecho caso de lo que Jesús nos indicó? Llevamos bastón y mochila. Llevamos oro y plata. ¿Nos extrañamos de que el mundo siga sin creer?  

1 comentario: