sábado, 6 de octubre de 2018

ALEGRÍA Y ALABANZA


"Los setenta y dos regresaron muy contentos, diciendo:
– ¡Señor, hasta los demonios nos obedecen en tu nombre!
Jesús les dijo:
– Sí, pues yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Os he dado poder para que pisoteéis serpientes y alacranes, y para que triunféis sobre toda la fuerza del enemigo sin sufrir ningún daño. Pero no os alegréis de que los espíritus os obedezcan, sino de que vuestros nombres ya estén escritos en el cielo. 
En aquel momento, Jesús, lleno de alegría por el Espíritu Santo, dijo:
- Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que ocultaste a los sabios y entendidos. Sí, Padre, porque así lo has querido. 
Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera darlo a conocer. 
Volviéndose a los discípulos les dijo aparte:
- Dichosos quienes vean lo que estáis viendo vosotros, porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; desearon oir lo que vosotros oís, y no lo oyeron." 

Alegría y alabanza. Nuestros nombres ya están escritos en el cielo, porque Dios nos ama. Un Dios que revela la verdad, su Amor a los más pequeños, a los sencillos.
"La comunidad que camina en nombre de Jesús lleva consigo un proyecto tan bello que hasta los poderes instalados en este mundo se rinden ante el testimonio de sus anunciadores. Las fuerzas del mal retrocederán gradualmente. Pero su alegría más grande es porque sus nombres ya están en la lista de Dios. Este es para Jesús el método del actuar de Dios desde la pequeñez y la gratuidad. Y resulta tan hermoso experimentar este actuar de Dios que provoca en labios de Jesús, y unidos a Él en nuestros propios labios, un himno de la alegría, una alabanza, un método de oración para copiarlo y expresarlo en nuestras reuniones, en nuestras lecturas orantes de la palabra. Alabamos a Dios porque ha revelado a la gente sencilla, a esa gente de los barrios marginados, a esas mujeres luchadoras incansables en su trabajo evangelizador, a esas comunidades eclesiales de base insertas en la vida del pueblo. A tanta gente sencilla que no aparece en las portadas de los periódicos pero que van tejiendo la vida digna con los valores del evangelio."(Koinonía) 

1 comentario:

  1. "Alegreu-vos perquè els vostres Noms ja estàn escrits en el cel..." Pare Nostre. Gràcies !

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