lunes, 30 de septiembre de 2019

EL DIOS DE LOS SENCILLOS


"Por aquel entonces, los discípulos se pusieron a discutir quién de ellos sería el más importante. Jesús, al darse cuenta de lo que estaban pensando, tomó a un niño, lo puso junto a él y les dijo:
– El que recibe a este niño en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe también al que me envió. Por eso, el más insignificante entre todos vosotros, ese será el más importante.
Juan le dijo:
– Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, pero como no es de los nuestros se lo hemos prohibido.
Jesús le contestó:
– No se lo prohibáis, porque el que no está contra nosotros está a nuestro favor."

El Dios de Jesús, es el Dios de los sencillos. Por eso, una sociedad que busca el poder, el dinero, la fuerza, no puede entender a Dios y cada día está más lejos de Él.
"Encontramos en el evangelio otra etapa de la vida de Jesús, comienza el itinerario hacia Jerusalén. En ese proceso, Jesús confiesa que su propuesta de entrega estará encaminada en la manifestación del Espíritu en la inclusión y servicio al débil, pero los discípulos estaban con el modelo tradicional de estructuras de poder: primeros/últimos, opresores/subordinados y disputas por los primeros puestos. Desde ese ambiente, Jesús toma un niño y lo pone a su lado, mostrando la acogida que debe tener el reino de Dios. Las comunidades como fruto de su vocación, están llamadas a acoger a los pequeños desde la diakonía (servicio de corazón). Seguidamente, aparece el diálogo de Jesús con uno de sus discípulos sobre un exorcista que es externo al grupo, pero con una vinculación en el entender la fuerza divina que lo asiste (en tu nombre), con la novedad de la valoración de la acción misionera de otros grupos ¿Cómo acojo a los débiles en la comunidad? ¿Valoro los dones de otras acciones misioneras en mi entorno?" (Koinonía) 


1 comentario:

  1. "Por aquel entonces, los discípulos se pusieron a discutir quién de ellos sería el más importante. Jesús, al darse cuenta de lo que estaban pensando, tomó a un niño, lo puso junto a él y les dijo:
    – El que recibe a este niño en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe también al que me envió. Por eso, el más insignificante entre todos vosotros, ese será el más importante..."
    Ben clar.

    ResponderEliminar