viernes, 13 de septiembre de 2019

SOBRE LA CEGUERA


"Jesús les puso esta comparación:
- ¿Acaso puede un ciego servir de guía a otro ciego? ¿No caerán los dos en algún hoyo? El discípulo no es más que su maestro: solo cuando termine su aprendizaje llegará a ser como su maestro.
¿Por qué miras la paja que tiene tu hermano en el ojo y no te fijas en el tronco que tú tienes en el tuyo? Y si no te das cuenta del tronco que tienes en tu ojo, ¿cómo te atreves a decirle a tu hermano: ‘Hermano, déjame sacarte la paja que tienes en el ojo'? ¡Hipócrita!, saca primero el tronco de tu ojo y así podrás ver bien para sacar la paja del ojo de tu hermano."

Jesús se dirige hoy, sobre todo, a los encargados de conducir a los demás. Y todos, en cierto modo, debemos guiar a alguien. Nos dice, que no podemos ser guías si somos ciegos.
La causa de la ceguera son nuestros defectos. No los vemos, no los solucionamos y son barreras que nos impiden ver la realidad. Sabemos ver los defectos de los demás. Los magnificamos. En cambio, somos incapaces de ver los nuestros, y los hacemos lo más pequeños posible.   


1 comentario:

  1. "Jesús les puso esta comparación:
    - ¿Acaso puede un ciego servir de guía a otro ciego? ¿No caerán los dos en algún hoyo? El discípulo no es más que su maestro: solo cuando termine su aprendizaje llegará a ser como su maestro.
    ¿Por qué miras la paja que tiene tu hermano en el ojo y no te fijas en el tronco que tú tienes en el tuyo? Y si no te das cuenta del tronco que tienes en tu ojo, ¿cómo te atreves a decirle a tu hermano: ‘Hermano, déjame sacarte la paja que tienes en el ojo'? ¡Hipócrita!, saca primero el tronco de tu ojo y así podrás ver bien para sacar la paja del ojo de tu hermano."

    Sabemos ver los defectos de los demás. Los magnificamos. En cambio, somos incapaces de ver los nuestros, y los hacemos lo más pequeños posible.

    ResponderEliminar