sábado, 7 de marzo de 2020

EL ANACORETA Y LA ORACIÓN DE CHARLES DE FOUCAULD


Vio el Anacoreta que su discípulo rezaba la oración de Charles de Foucauld y le dijo:
- Charles nos precedió en el desierto y escribió esta preciosa oración.
Y miró a su discípulo profundamente:
- Cada vez que la rezo me entra miedo. "Haz de mí lo que quieras". Casi siempre no paso de ahí. ¿Es que estoy realmente dispuesto a hacer lo que Él quiera? No puedo continuar hasta que, tras un buen rato de meditación, me doy cuenta de que Él no puede querer nada malo de mí. No me puede pedir nada imposible.
Se detuvo y luego añadió:
- Es una oración demasiado seria para rezarla a la ligera...
ORACIÓN DE CHARLES DE FOUCAULD
Padre,
me pongo en tus manos.
Haz de mí li que quieras.
Sea lo que sea te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo.
Lo acepto todo
con tal que tu voluntad se cumpla en mí.
Que tu voluntad se cumpla en mí y en todas tus criaturas.
Lo acepto todo, con tal que sea tu voluntad.
No deseo nada más, Padre.
Te confío mi alma..
Te la doy con todo el amor de que soy capaz,
porque te amo.
Y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
con una confianza infinita.
Porque Tú eres mi Padre.

1 comentario:

  1. Y miró a su discípulo profundamente:
    - Cada vez que la rezo me entra miedo. "Haz de mí lo que quieras". Casi siempre no paso de ahí. ¿Es que estoy realmente dispuesto a hacer lo que Él quiera? No puedo continuar hasta que, tras un buen rato de meditación, me doy cuenta de que Él no puede querer nada malo de mí. No me puede pedir nada imposible.
    Se detuvo y luego añadió:
    - Es una oración demasiado seria para rezarla a la ligera...
    ORACIÓN DE CHARLES DE FOUCAULD
    Padre,
    me pongo en tus manos.
    Haz de mí li que quieras.
    Sea lo que sea te doy las gracias.
    Estoy dispuesto a todo.
    Lo acepto todo
    con tal que tu voluntad se cumpla en mí.
    Que tu voluntad se cumpla en mí y en todas tus criaturas.
    Lo acepto todo, con tal que sea tu voluntad.
    No deseo nada más, Padre.
    Te confío mi alma..
    Te la doy con todo el amor de que soy capaz,
    porque te amo.
    Y necesito darme,
    ponerme en tus manos sin medida,
    con una confianza infinita.
    Porque Tú eres mi Padre.

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