martes, 12 de septiembre de 2017

ENVIADOS


Por aquellos días, Jesús se fue a un cerro a orar, y pasó toda la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, reunió a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los cuales llamó apóstoles. Estos fueron: Simón, a quien puso también el nombre de Pedro; Andrés, hermano de Simón; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago hijo de Alfeo; Simón el celote, Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que traicionó a Jesús.
Jesús bajó del cerro con ellos, y se detuvo en un llano. Se habían reunido allí muchos de sus seguidores y mucha gente de toda la región de Judea, y de Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón. Habían venido para oir a Jesús y para que los curase de sus enfermedades. Los que sufrían a causa de espíritus impuros, también quedaban sanados. Así que toda la gente quería tocar a Jesús, porque los sanaba a todos con el poder que de él salía." 

Jesús, tras pasar la noche en oración, escoge entre sus discípulos a doce, a los que llama apóstoles: enviados.
Jesús nos sigue llamando por nuestro nombre y nos envía. Hoy más que nunca los laicos deben considerarse enviados.
¿Enviados a qué? A perpetuar lo que Él hizo en el mundo. Y esto lo vemos claramente en la seguda parte del evangelio de hoy: curar a todos del mal, llenarlos de paz, acoger a los más débiles. Si de verdad le seguimos, su fuerza también saldrá de nosotros. 

3 comentarios:

  1. Estem visquen un increment de malalts d'ànima,que en molts casos repercuteix al cos. Mirem de curar l'anima amb l'ajut dels apostols del nostre temps que els hem de buscar O pot ser que els tinguem ben aprop

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  2. Bona nit Joan Josep Tamburini Azori, aviat m´en aniré a dormir, doncs matino molt.Saps encare que et llegeixo tard, servirá per dormir plena de Pau.Una abraçada

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