miércoles, 16 de marzo de 2016

¿LIBRES O ESCLAVOS?


"Jesús dijo a los judíos que habían creído en él:
– Si os mantenéis fieles a mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Ellos le contestaron:
– Nosotros somos descendientes de Abraham y nunca fuimos esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú que seremos libres?
Jesús les dijo:
– Os aseguro que todos los que pecan son esclavos del pecado. Un esclavo no pertenece para siempre a la familia, pero un hijo sí pertenece a ella para siempre. Así que, si el Hijo os hace libres, seréis verdaderamente libres. Ya sé que sois descendientes de Abraham, pero queréis matarme porque no aceptáis mi palabra. Yo hablo de lo que el Padre me ha mostrado, y vosotros hacéis lo que vuestro padre os ha dicho.
Dijeron ellos:
– ¡Nuestro padre es Abraham!
Pero Jesús les respondió:
– Si de veras fuerais hijos de Abraham, haríais lo que él hizo. Pero a mí, que os digo la verdad que Dios me ha enseñado, queréis matarme. ¡Y eso nunca lo hizo Abraham! Vosotros hacéis lo mismo que vuestro padre.
Dijeron:
– ¡Nosotros no somos unos bastardos! ¡Nuestro único padre es Dios!
Jesús les contestó:
– Si Dios fuese de veras vuestro padre, me amaríais, porque yo, que estoy aquí, vengo de Dios. No he venido por mi propia cuenta, sino que Dios me ha enviado."

Jesús les dice a los judíos, que, o son hijos de Dios, o son esclavos. Ellos, cuando Jesús habla del Padre, no entienden que habla de Dios. No han escuchado a Jesús, no son discípulos y no conocen la verdad. Les molesta que Jesús les diga que los libera. Ellos no se consideran esclavos.
A nosotros nos ocurre lo mismo. Nos creemos libres, y en realidad somos esclavos del dinero, del poder, de la moda, de los medios...Nuestra sociedad no es libre, porque no conoce la verdad. Esta verdad no son unas normas, ni unas ideas...; esta verdad es una forma de vivir. Vivir según Jesús. Ser sus discípulos. Y esto implica unirnos al Padre, considerarnos hermanos, buscar la paz, entregarnos a los demás. Ser libres según Jesús hace que no nos dejemos llevar por la corriente. Ser libres según Jesús, es buscar en cada momento cuál es la voluntad del Padre. Y esa voluntad nos llevará siempre a amar a los demás, incluso a los que no nos aman. Algo que debemos tener muy en cuenta en este Año de la Misericordia.

1 comentario: