martes, 4 de octubre de 2016

ORAR Y ACTUAR


"Seguían ellos su camino. Jesús entró en una aldea, donde una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Marta tenía una hermana llamada María, la cual, sentada a los pies de Jesús, escuchaba sus palabras. Pero Marta, atareada con sus muchos quehaceres, se acercó a Jesús y le dijo:
– Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude.
Jesús le contestó:
– Marta, Marta, estás preocupada e inquieta por muchas cosas;  sin embargo, solo una es necesaria. María ha escogido la mejor parte, y nadie se la quitará."

Ambas cosas son necesarias, ponerse a los pies de Jesús (orar) y servirlo (actuar). Oración y acción. Pero, para que nuestra acción sea auténtica y no mero activismo, debe estar fundamentada en la oración. Por eso Jesús le dice a Marta que su hermana ha escogido la mejor parte.
Dedicar cada día un tiempo a la oración, hace que nuestra acción esté fundamentada y nos da fuerzas antes las dificultades que podamos encontrar. Pero, tanto la oración como la acción, han de estar fundamentadas en el amor. Por eso la mejor oración es la contemplación y la mejor acción es el servicio amoroso a los demás.

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