martes, 14 de abril de 2020

EL ANACORETA, LOS BORREGOS, FANS Y OTROS ELEMENTOS...


Estaban nuestros solitarios comentando la meditación. Y dijo el Anacoreta:
- Jesús empleaban imágenes de la vida corriente en su entorno para elaborar las parábolas. Hablaba de mujeres que perdían una moneda y barrían la casa para encontrarla (posiblemente se lo vio hacer a María, que en casa no sobraba el dinero); de campos de trigo en los que crecían malas hierbas; de viñas e higueras; de pastores y ovejas...Y mira por donde, en nuestra Iglesia, eso de los pastores y las ovejas ha calado hondo. Tanto, que casi nos convertimos en borregos...
El discípulo  miró algo asustado a su maestro y dijo tímidamente:
- Quizá tendríamos que traducir las parábolas al lenguaje de hoy...
Sonrió el Anacoreta:
- Sí, ¿pero qué imágenes? ¿Yo soy el presidente y vosotros los miembros del partido? ¿Yo soy la estrella y vosotros mis fans?
El discípulo respondió rápidamente:
- Estas comparaciones no arreglan nada. Sigue habiendo alguien al que se le sigue como borregos...Quizá, ¿yo soy la enfermera y vosotros los pacientes?
Rió otra vez el Anacoreta:
- Sí, esto me gusta más. Quizá no sea tanto cuestión de imágenes, como de conceptos. Cuando Jesús habla del Buen Pastor, de lo que quiere hablar es, de que Él se ocupa personalmente de cada uno de nosotros. Y sí, somos los perdidos que el va a buscar. La lástima es, que nosotros usamos estas imágenes para decir que unos mandan y los otros han de obedecer... Está bien lo de la enfermera. Ellas se cuidan de todos y especialmente de los más enfermos. Además me gusta que hayas dicho la enfermera y no el enfermero...¿Por qué nos referimos siempre a Dios en masculino?
Reflexionó un instante y añadió:
- Y también hay que evitar la idea del paternalismo. El enfermo, si no pone nada de su parte, difícilmente podrá ser curado por la enfermera... 

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