Llevaron unos niños a Jesús, para que los tocara; pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban. Jesús, viendo esto, se enojó y les dijo:
– Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. Os aseguro que el que no acepta el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Tomó en sus brazos a los niños y los bendijo poniendo las manos sobre ellos.
Los niños, en tiempo de Jesús, era uno de los colectivos que no contaban para nada. Por eso los apóstoles los alejan de Jesús. Sin embargo Jesús, no sólo los acepta, sino que nos invita a ser como ellos, nos los pone como modelos. Nos está pidiendo que seamos sencillos, que no nos creamos importantes, que busquemos el cariño de los demás...Sólo así, nos dice, entraremos en el Reino. Se trata de aceptar a Dios como un don, como un regalo, con el corazón abierto.
Otra reflexión que me hago hoy es, ¿porqué impedimos que los niños vayan a catequesis, tengan clase de religión, conozcan a Jesús? Se dice que esto es adoctrinarlos (?) Sin embargo les dejamos todo el día con móviles, tabletas, internet...¿Estos no adoctrinan? Dejemos a los niños que se acerquen a Jesús.
"Vamos a reconocerlo de una vez y sin miedo: hombres y mujeres, por más que vayamos creciendo en años, que tengamos estudios y experiencia, seguimos siendo seres débiles, frágiles, vulnerables, necesitados de cariño y atención. Si somos realistas, lo que muchas veces nos ha enseñado la educación y la experiencia ha sido a hacernos una coraza que nos proteja de un mundo que nos parece amenazador. Es una coraza que nos permite mantener la apariencia de personas maduras, serias y responsables. Es una coraza que nos permite también, muchas veces, ocultar nuestros sentimientos porque el grupo, la sociedad, no ve bien que uno vaya manifestando sus sentimientos así como así. Es una coraza que nos da seguridad para movernos entre las vicisitudes y circunstancias de este mundo complicado y marrullero en el que nos ha tocado vivir (lo de “complicado y marrullero” está tomado de la canción Cambalache de Enrique Santos Discépolo, que completa lo dicho).
Pero, si somos valientes y nos miramos sin miedo al espejo, lo que encontramos es lo que he dicho al principio: un ser débil, frágil, vulnerable, necesitado de cariño y atención. Esa la mera verdad, por mucho que nos cueste aceptarlo y que nos hayamos acostumbrado tanto a la coraza que nos hemos puesto que nos hayamos terminado creyendo que es parte de nuestra piel.
Quizá lo que dice Jesús cuando nos invita a hacernos como niños para poder entrar en el reino de Dios, no es más que una invitación a quitarnos esa coraza que nos recubre y a mostrarnos como somos, desnudos de todo artificio, y necesitando siempre una mano amiga que nos acompañe, que nos ayude, que nos levante y camine con nosotros.
Desde ahí, quizá solo desde ahí, podremos reconocer y sentir y experimentar la enormidad del amor de Dios que nos ha creado y que mantiene nuestra vida y nuestro ser. Desde ahí, y solo desde ahí, el agradecimiento por tanto don gratuito se convertirá en el motor de nuestra vida. Desde ahí, y solo desde ahí, seremos capaces de mirar a los demás de otra manera, dejando que nuestros ojos vayan más allá de sus corazas."
(Fernando Torres cmf, Ciudad Redonda)
«Otra reflexión que me hago hoy es, ¿porqué impedimos que los niños vayan a catequesis, tengan clase de religión, conozcan a Jesús? Se dice que esto es adoctrinarlos (?) Sin embargo les dejamos todo el día con móviles, tabletas, internet...¿Estos no adoctrinan? Dejemos a los niños que se acerquen a Jesús.» Excelente. Un abrazo en Cristo
ResponderEliminarAl capdamunt de la vida, enfilada als anys com a la roca que tens al teu blog, quina seria la imatge més confortable? Per a mi, servir-me de la imaginació i ser nena o jove dins del conte senzill que m'invento cada nit: allà hi trobo els personatges que m'esperen. Entre ells m'adormo.
ResponderEliminarUna abraçada, Joan Josep. I molta salut.
Al capdamunt de la meva vida, em vaig també dalt d'una roca com el personatge del teu blog.
ResponderEliminarCada nit m'hi construeixo un conte senzill i en una cabana hi ha la gent que m'estima, vetllant el meu son.
Una abraçada, Joan Josep