sábado, 11 de noviembre de 2017

EL DINERO O DIOS


"Os aconsejo que uséis las riquezas de este mundo malo para ganaros amigos, para que cuando esas riquezas se acaben haya quien os recibad en las moradas eternas.
El que se porta honradamente en lo poco, también se porta honradamente en lo mucho; y el que es deshonesto en lo poco, también es deshonesto en lo mucho. De manera que, si con las riquezas de este mundo malo no os portáis honradamente, ¿quién os confiará las verdaderas riquezas? Y si no os portáis honradamente con lo ajeno, ¿quién os dará lo que os pertenece?
Ningún criado puede servir a dos amos, porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y al dinero. 
Los fariseos, que eran amigos del dinero, al oir estas cosas se burlaban de Jesús. Él les dijo: Vosotros pasáis por buenos delante de la gente, pero Dios conoce vuestros corazones; y lo que los hombres tienen por más elevado, Dios lo aborrece."

Es la continuación del evangelio de ayer. Aquí nos aclara qué significa ganarse amigos con el dinero. Ganárselos para el Reino. El dinero sirve evidentemente para subsistir; pero no para acumular. Sirve para compartirlo, para luchar contra la injusticia, para eliminar las diferencias en este mundo. Esta es la forma de ganarse amigos.
Por otro lado, nos deja muy claro que, o se está de parte del dinero o se está de parte de Dios. No se puede "adorar" a ambos. Nosotros, desgraciadamente, vivimos en una sociedad que "adora" el dinero. Un dinero que nos esclaviza y que nos aparta de Dios y de nuestros hermanos. Un dinero que hace que una tercera parte de la humanidad domine al resto. Un dinero que sume en la miseria a millones de personas. Un dinero que mata...  

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