miércoles, 1 de noviembre de 2017

SER SANTO


"Al ver la multitud, Jesús subió al monte y se sentó. Sus discípulos se le acercaron, y él comenzó a enseñarles diciendo:   
- Dichosos los que reconocen su pobreza espiritual, porque suyo es el reino de los cielos. 
Dichosos los que sufren, porque serán consolados. 
Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra que Dios les ha prometido. 
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán satisfechos. 
Dichosos los compasivos, porque Dios tendrá compasión de ellos.
Dichosos los de corazón limpio, porque verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos.
Dichosos los perseguidos por hacer lo que es justo, porque suyo es el reino de los cielos.
Dichosos vosotros, cuando la gente os insulte y os maltrate, y cuando por causa mía digan contra vosotros toda clase de mentiras. ¡Alegraos, estad contentos, porque en el cielo tenéis preparada una gran recompensa!"

Hoy es la Festividad de Todos los Santos. Santos son todos aquellos que han llegado al Cielo. Algunos los ha canonizado la Iglesia, pero una gran multitud son desconocidos para nosotros. Aunque no por ello son menos santos. Santos son los bienaventurados. Aquellos que Jesús nos indica hoy en el evangelio: los pobres, los que sufren (lloran), los humildes, los que buscan la justicia, los compasivos, los que tienen un corazón limpio, los que trabajan por la paz, los perseguidos por hacer lo que es justo, los insultados y maltratados por seguir a Jesús.
Las bienaventuranzas nos señalan el camino de la santidad.
Koinonia (Servicio Bíblico Iberoamericanos) nos lo dice:
"LasBienaventuranzas comparten la misma visión «macro-ecuménica»: valen para todos los seres humanos. El Dios que en ellas aparece no es «confesional», de una religión, no es «religiosamente tribal». Tampoco exige rituales de ninguna religión, sino la simple religión humana: la pobreza, la opción por los pobres, la transparencia de corazón, el hambre y sed de justicia, el luchar por la paz, la persecución como efecto de la lucha por la Causa del Reino... Esa «religión humana básica fundamental» es la que Jesús proclama como «código de santidad universal», para todos los santos, los de casa y los de fuera, los del mundo «católico«...
Si a propósito de la festividad de Todos los Santos se nos sugiere el texto de las Bienaventuranzas, es porque ellas son en verdad el camino de la santidad universal (y supra-religional, simple y profundamente humana); en y con las Bienaventuranzas como carta de navegación de nuestra vida es posible alcanzar la meta de nuestra santificación, entendida como la lucha constante por lograr en el cada día el máximo de plenitud de la vida según el querer de Dios."

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