domingo, 21 de enero de 2018

CONVERTIRSE ES SEGUIRLO


"Después que metieron a Juan en la cárcel, Jesús fue a Galilea a anunciar las buenas noticias de parte de Dios. Decía: “Ha llegado el tiempo, y el reino de Dios está cerca. Volveos a Dios y aceptad con fe sus buenas noticias.” 
Paseaba Jesús por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a Simón y a su hermano Andrés.
Eran pescadores y estaban echando la red al agua. Les dijo Jesús:
– Seguidme, y os haré pescadores de hombres.
Al momento dejaron sus redes y se fueron con él. 
Un poco más adelante, Jesús vio a Santiago y a su hermano Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca reparando las redes. Al punto Jesús los llamó, y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con sus ayudantes, se fueron con Jesús."

Jesús, como Juan, llama a la conversión. Pero Él también nos pide que le sigamos. Convertirse es cambiar de conducta. Es adecuarla a la conducta de Jesús. 
Estos días, tras el Tiempo de Navidad, vemos a Jesús llamando a sus discípulos, y cómo la gente lo seguía. Por desgracia, muchas veces reducimos nuestro cristianismo a creer unas ideas, a cumplir unos mandatos, a realizar unos ritos...Olvidamos que ser cristiano es seguir a Jesús. Y seguirlo es vivir como vivió Él: unido al Padre y amando a todos las personas, sobre todo a los más pequeños.
Si seguimos nuestra vida de siempre, preocupados por el dinero, por el poder, por la fama, aunque vayamos mucho a la iglesia, no somos verdaderos discípulos.
Jesús decía a los que le seguían, que los haría pescadores de hombres. No se trata de hacernos proselitistas, sino salvadores de aquellos que están en peligro. De mostrar con nuestra vida el camino de la salvación.
Jesucristo nos precede en el camino. Nosotros somos sus seguidores y quienes demos mostrarlo a los demás.


1 comentario: