sábado, 15 de julio de 2023

NO TENGÁIS MIEDO

 


Ningún discípulo es más que su maestro y ningún criado es más que su amo. El discípulo debe conformarse con llegar a ser como su maestro, y el criado, como su amo. Si al jefe de la casa llaman Beelzebú, ¿cómo llamarán a los miembros de su familia?
No tengáis, pues, miedo a la gente. Porque nada hay secreto que no llegue a descubrirse ni nada oculto que no llegue a conocerse. Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a la luz del día; lo que os digo en secreto, proclamadlo desde las azoteas de las casas. No tengáis miedo a quienes pueden matar el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a aquel que puede destruir el cuerpo y el alma en el infierno.
¿No se venden dos pajarillos por una pequeña moneda? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin que vuestro Padre lo permita. En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de la cabeza los tenéis contados uno por uno. Así que no tengáis miedo: vosotros valéis más que muchos pajarillos.
Si alguien se declara a favor mío delante de los hombres, también yo me declararé a favor suyo delante de mi Padre que está en el cielo; pero al que me niegue delante de los hombres, también yo le negaré delante de mi Padre que está en el cielo.

Ayer Jesús nos presentaba su seguimiento como un camino de grandes dificultades. Hoy nos dice que no tengamos miedo.
Nosotros tenemos miedo a muchas cosas: perder la salud, al dolor, a la miseria, a las dificultades, a los contrarios.....Las dificultades, no lo dudemos, surgirán. Lo decíamos ayer: seguir a Jesús es decir no a lo que nuestra sociedad considera importante. Será, pues, normal que la sociedad, como mínimo nos ignore, e incluso que nos persiga.
Jesús nos repite que no tengamos miedo. Sólo debemos tener miedo a perder la salvación. Él nos muestra, cómo el Padre se preocupa de todo y de todos. Con Él nada debemos temer; pero hemos de anunciar la Buena Nueva, el Evangelio, a Jesús. Él responde de nosotros frente al Padre.

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