jueves, 19 de mayo de 2022

PERMANECER EN SU AMOR

 



En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud."


En el Sermón de despedida de Jesús que nos presenta Juan, se habla siempre de la unidad, del Amor, de la alegría...Es su testamento. Jesús quiere que le sigamos y para ello, debemos cumplir sus mandamientos: Amar a Dios y amar al prójimo. Este es el secreto de la alegría nos dice hoy. Una felicidad profunda basada en la entrega y la donación. Una felicidad que no se mira a sí mismo sino al otro. Permanecer en el amor de Jesús, es buscar el amor universal.

"La felicidad es algo más que diversión o pasatiempo; se trata de un sentimiento más profundo que nos vincula con el sentido y realización que estamos dando a nuestras vidas.
Para Jesús, en concreto, la felicidad está relacionada con la capacidad de amar: cuanto más amas, más posibilidades tienes de saber lo que significa ser feliz de verdad. La capacidad que tengas de realizarte en comunión con las personas la medirás por tu madurez en el amor. El evangelista nos da la clave para no vivir un amor puramente reactivo, es decir, que sólo se activa cuando recibe estímulos y gratificaciones; si el amor que nos alimenta es el amor divino, entonces nos dispondremos a amar desinteresada y oblativamente sin poner condiciones. Para hacer esto posible es necesario mudar la forma de pensar y de actuar en muchos ámbitos, dejando el control, la dominación y la indiferencia, por ejemplo. ¿Cuál es el medidor de tu felicidad? ¿Cómo te dispones para amar a quienes te rodean?" (Koinonía)

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