lunes, 22 de febrero de 2010

EL ANACORETA Y EL AGOBIO...

(Cuadro de Eduardo Kingman)

El Anacoreta se había levantado con dolor de cabeza. Hacía días que notaba a sus amigos agobiados por los problemas: enfermedades, muertes, soledad...A nuestro anciano le sucedía muy a menudo que sentía como suyas las penas de los demás. Sentado ante sus iconos, con una vela y una varilla de incienso meditó la frase del Evangelio: "Venid a mí los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré, porque mi yugo es suave y mi carga ligera..."
Nos invita a ir a Él. ¿Dónde está Él? En nuestro corazón, en el de los demás. Sí, claro, en la iglesia también. Pero de nada sirve entrar en un templo, si después no entro en mi corazón...
Su carga es ligera...Pero que dura nos resulta a veces. ¿Cómo puedo hacérselo entender a quien le han diagnosticado un cáncer o a un familiar muy próximo? ¿Cómo puedo hacérselo ver a quien se haya hundido en el pozo de la depresión?
Quizá es que no soy yo quien debe decírselo...Eres Tú, con tu presencia. Sólo cuando te sentimos de verdad en nuestro interior...aunque no comprendamos, podemos sentir paz...
Si Tú no te haces notar en su interior, yo no tengo otra cosa que hacer, que sufrir con ellos y mirarte a Ti...

8 comentarios:

  1. Hola Joan:
    Cuando alguien sufre, se hace muy difícil decirle que Dios está con él y más difícil aún, que ese mensaje cale. Suscribo en su totalidad tus dos últimas lineas, no nos queda sino sufrir con el que sufre, mirándolo a El.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Pues es posible que solo podamos hacer eso, seguro, pero ¿nos damos cuenta de lo importante que puede ser para alguien que está sufriendo, que lo está pasando mal, el saber que hay personas amigas que están a su lado, aunque sea en silencio, pero a su lado...?
    No lo olvidemos nunca, porque seguramente y sobre todo cuando se tiene cierta edad, tod@s hemos pasado por momentos duros, por situaciones de las que parece que no vamos a poder salir nunca y, por supuesto que no han desaparecido por tener a alguien a nuestro lado, pero el agradecmiento y el saber que en esos momentos no estamos sol@s significa tanto.....
    Estoy segura de que Él, dejará que se note Su presencia en algún momento, aunque nosotr@s... solo Le miremos

    ResponderEliminar
  3. No te voy a agobiar con mi cuitas pero qué bien me resulta leerte en este momento querido Joan Josep. Me ha gustado mucho tu entrada.
    Te dejo un fuerte abrazo desde Berlín.

    ResponderEliminar
  4. A veces la vida es injusta.
    Sabes mi ex psicologa no creía en las enfermedades. Haber si me sé explicar. Ella pensaba que las enfermedades provenían del dolor, no que del dolor vengan las enfermedades.
    Un cancer por ejemplo,ella opinaba que las personas qwue tienen cancer, es porque han guardado mucho en su interior y no han sabido resolverlo, con lo cual al final el dolor de nuestros corazones se manifiesta en forma de enfermedad.
    No sé si me explico, a mí siempre me costó mucho aceptar esto, pero a veces ella me convencía.
    El cuerpo a veces llama sin ser avisado. Es como la ansiedad, la ansiedad no viene sola, viene porque yo la he creado dentro mia, por culpa de cosas que no acepto y me hacen daño, manifestandose en mi cuerpo. Pues con las enfermedades pensaba parecío.
    No sé si me explico, hay muchas personas que piensan igual que mi piscologa, incluso hay libros sobre ello. Pero yo no sé, mi abnuela murió de cancer y no creo que fuera porque en su interior guardara dolores del corazón, cuesta creerlo cuando toca en primera persona.
    Joan por otro lado, es normal que a veces te sientas triste porque sientes que no puedes ayudar todo lo que debiera. Pero es que el dolor encierra mucho, sobre todo los oidos.
    Las personas creyentes al menos pueden confiar en su Dios, en que los ayudará y no los dejará solos, pero las personas que no creemos, yo cuando sufro me siento la persona más mierda de este mundo, y me siento una loba esteparia.
    Bueno amigo, llevaba muchos días que no opinaba, es que no me encontraba con fuerzas ni ganas, ya sabes que a veces soy como soy, y me entran también las penas raras. Pero hoy me he snetido un poquito fuerte.
    Te mando un fuerticimo abrazo. Y que vengan días mejores.

    ResponderEliminar
  5. Hola Joan...
    hace mucho que no paseaba por este desierto de paz y oasis de ternura.
    Me alegro de haberlo hecho.
    La vida tiene sus golpes, pero también sus alas y ángeles para levantarnos. A veces no podemos hacer nada más por los demás que estar (y digo bien "ESTAR") y hacérselo saber. "Él" está siempre, pero a veces nos resulta mas difícil notarlo, sobre todo cuando esta vida loca nos da una sacudida que encierra muchos desconocidos por qués..
    Te mando un abrazo y mientras me quedo escuchando esta música que es nueva para mí ;)
    Espero que estés bien.
    Buenas noches,
    marta

    ResponderEliminar
  6. A veces el dolor es tan profundo que dejamos de sentir su presencia... o directamente nos enfadamos con él. Reacciones del todo humanas. Sin embargo EL habita en todos los Corazones, el mío también... aunque últimamente me cueste encontrar su "latido".

    Un Abrazo grande, Joan.

    ResponderEliminar
  7. Joan , siempre me ha gustado la palabra amistad; dice tanto....
    Me uno a llorar con los amigos, a sentir su dolor, a estar , a sentir con ellos . No imagino nada más grande. Y , lo sé por experiencia , es un balsamo magico. En el dolor es cuando necesitamos sentirnos arropados y queridos... escuchados en esas muchas tonterias que a veces soltamos... hago mio el dolor de los amigos y lloro en silencio por ellos y con ellos.... veras que tontuna se me viene a la mente : " padre, aparta de mi este caliz" .... lo ves ? se me va la pinza ¡¡¡
    Y ahora , busquemos la otra parte : ¡¡¡¡ A pensar con fuerza en positivo¡¡¡¡ La lucha empieza en nuestra mente ¡¡¡
    A Dios rogando y con .....
    Te dejo un abrazo de amiga, y un silbidito para que llames ¡¡
    Gloria

    ResponderEliminar
  8. Joan,entré ..para rezar un rato contigo mirándole a Él.
    Tengo un nudo en la garganta y entiendo al anacoreta que se sienta abatido.Mis oidos escuchan ruidos y no me gustan.Sólo quiero armonías,pero...sin ellos no aprendemos a diferenciarlo.
    Estoy cansada,amiguco,yo también lo estoy.
    Dejemos que ÉL se siente al lado aunque le neguemos la entrada.
    Besucos tristucos y de esperanza.

    P.D.
    Será fuerte¡¡Tan fuerte como buena

    ResponderEliminar