jueves, 18 de febrero de 2010

VENDEDOR DE PEINES EN UN PAÍS DE CALVOS...


En un cursillo para profesores de religión uno de ellos dijo: En clase me siento como un vendedor de peines en un país de calvos.
 Quien quiere transmitir la Fe, en esta sociedad nuestra, es posible que se sienta así, ofreciendo lo que nadie cree necesitar.
Ayer por la noche escuchaba un programa de radio que se titula algo así como "modos de vivir". Suelen hablar una psicóloga y un "antropólogo". Lo escribo entrecomillado, porque no sé que nombre darle. Hablaban sobre la crisis y, sobre todo el "antropólogo", hacían hincapié en que las medidas económicas no eran suficientes. Hace falta cambiar de vida. La tan traída y llevada sociedad del bienestar, ha hecho de nosotros, personas que creemos que todo ha de conseguirse sin esfuerzo; que todo ha de estar al alcance de la mano; que todo son derechos. Y resulta que eso no es posible. Es más, la felicidad no está en ese tener y hacer. MP3,MP4,Ipod, viajes a cualquier lugar del planeta, lo último del mercado...no nos hacen felices. Y proponían la sencillez de vida. El enriquecerse interiormente. La ternura. La belleza de lo simple y sencillo. Recomendaban unos minutos de silencio cada día...
Si no hubiese puesto la radio al inicio del programa, estaría seguro de que estaba escuchando un sermón cuaresmal. El estilo de vida que aconsejaban aquella psicóloga y aquel "antropólogo", era la vida evangélica. La vida que predicaba Francisco de Asís...Seguramente, si hubiesen empezado el programa bajo el título, "Sermón Cuaresmal", la mayoría de los que escuchaban, habrían cambiado de emisora...
Si los profesores de religión, los curas y frailes...nos sentimos a veces como vendedores de peines en un país de calvos...el problema no está en los calvos. Está en los vendedores, que en vez de peines hemos de vender crecepelo...o pelucas. No se trata de cambiar el Evangelio, de edulcorarlo...sino de cambiar el lenguaje. 
Aquellos señores estaban hablando de lo que nosotros llamaríamos ascética sin darle este nombre y con ideas que todo el mundo podía entender. Estaban diciendo que teníamos que comer con sencillez, vestir con sencillez..., preguntarnos antes de adquirir algo, si realmente lo necesitamos. No estaban edulcorando la vida. No es fácil hacer eso y menos enseñárselo a hacer a nuestros hijos o alumnos. Nosotros hablamos de ascética y penitencia y todo el mundo desaparece en cinco minutos...
Me parece que a la gente no le asusta lo religioso, sino "los religiosos"...
Mi experiencia en este medio me lleva a la misma conclusión. Casi siempre soy yo, y los que nos consideramos religiosos, los que impedimos que los demás crean...no el evangelio ni la idea de Dios...

8 comentarios:

  1. Yo creo Joan que la cuestión no estriba tanto en asumir y aceptar un ideal de vida, el que proponían estos dos contertulios que se asemeja mucho al ideal de la vida religiosa, sino más bién en nombre de quien ese ideal es asumido. ¿Se puede vivir de esa manera, con esos valores sin que vengan respaldados, apoyados, por una creencia en una determinada opción religiosa?.
    Entiendo honestamente que ese el quid de la cuestión.
    Un abrazo.
    Pepe.

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  2. jajajaj me encanta el título la verdad es que tiene su gracia pero se entiende muy bien lo que quiere decir
    Si es cierto que a veces no somos capaces de transmitir la Fe, lo que significa para nosotr@s y cómo la vivimos y ya lo decía ¿Santa Teresa???? "Un santo triste es un triste santo"
    Tengo un amigo que es profe de religión y me gusta mucho escucharle cuando me cuenta cómo les enseña a los chavales, cómo les explica las parábolas, por ejemplo, lo suele hacer a través del Arte, de los cuadros y te puedo asegurar que a l@s chic@s se les queda de maravilla
    Es cuestión de ir buscando las formas de hacerlo, pro claro, eso cuesta mucho más esfuerzo e imaginación

    Un abrazo y feliz tarde

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  3. A mi también me ha hecho gracia el símil: ofrecer peines para calvos.
    Mira, estoy de acuerdo con la mitad primera de tu post.Pero con la segunda, no.No creo que los religiosos tengan que cambiar su discurso para adaptarlo a los " calvos" espirituales; hablar un lenguaje depauperado no lleva más que a la pérdida de la comunicación.

    LA CUESTIOS EN CÓMO HACER VER A LOS CALVOS QUE SON CALVOS Y QUE NO TIENEN UNA LARGA Y BRILLANTE CABELLERA.Y que incluso van a necesitar peines.Y vendérselos finalmente.

    En eso tienen que pensar los que quieren propagar la fe y la espiritualidad en un mundo repleto de cachivaches bastante inservibles.

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  4. Es decir ; que de lo que se trata es de la NO necesidad de ir peinado siempre. Vaya , me gusta. Te voy a comentar algo muy personal: Mi hija me ha acompañado ( sacando a las perras) un trecho del camino hacia el médico ( ambulatorio, no el serio). Hemos llegado al estanco, he comprado su tabaco y, despues de darselo, ella a dado la media vuelta para regresar a casa. Yo, madre clueca, me he quedado mirandola .... su paso seguro, su atención a esos dos tormentos , su forma sencilla de vestir.... y mi mente se ha ido a todas las responsabilidades que ella ha asumido desde que yo ando " rarita"... Sabes que desde su juventud, las tonterias que se nos meten en la cabeza y sus estudios , podria ser una persona diferente. Nuestra vida es sencilla , siempre lo ha sido y nunca hemos creido que estabamos ni por encima , ni por debajo de nadie .... mi mirada la seguia... pensaba en lo diferente que podria haber sido nuestra vida... y , Joan , he sonreido con la certeza de que esa sencillez, nos ha beneficiado a todos.
    Creeme , entiendo lo que nos cuentas con tu venta de peines para lo muy calvos que andamos todos ( no miro a nadie)
    Por cierto, ¿ ponemos un puesto en el mercadillo?
    " Se venden masajes para corazones gastados"
    Joan , esto vende ¡¡¡
    Un beso... o dos ¡¡

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  5. Es un camino a desandar ¡¡
    Los grandes "monstruos" dan pasos pequeños,pero paso a paso se llegará a conseguir mostrar la sencillez de la Palabra.
    Besucos

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  6. Argonautis. Me ha gustado tu comentario. De nada sirve cambiar el lenguaje si el calvo no reconoce su calvicie. Gracias. Un abrazo: Joan Josep

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  7. Muchas gracias a tí,Joan Josep, por tu blog, por tus entradas.
    Buen finde.

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  8. supongo que de una manera u otra, t0dos nos hemos sentido así en multitud de ocasiones, pero cuando hay firmeza en lo que crees, y humildad a la hora de transmitirlo no siempre queda en palabras huecas tiradas al aire....
    tengo la creencia y la fé que las personas que destacan por su humildad y por su generosidad al final priman sobre la prepotencia del mundo en el qu vivimos que al fin y al cabo es una pura fachada que no deja avanzar al ser humano...siempre queda la sensación de que si tu conciencia deja liberar el alma no son peines para calvos...
    me ha gustado mucho, como siempre por otra parte joan...
    un beso

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