miércoles, 27 de julio de 2016

EL TESORO ESCONDIDO


"El reino de los cielos se puede comparar a un tesoro escondido en un campo. Un hombre encuentra el tesoro, y vuelve a esconderlo allí mismo; lleno de alegría, va, vende todo lo que posee y compra aquel campo.
También se puede comparar el reino de los cielos a un comerciante que anda buscando perlas finas; cuando encuentra una de gran valor, va, vende todo lo que posee y compra la perla."

Ese tesoro escondido es el Reino. Y no está tan escondido. está en medio de nosotros; pero no sabemos verlo. Aunque seamos muy religiosos, ese tesoro no es nuestro si no lo dejamos todo por él y si no estamos llenos de alegría.
Si de verdad hubiésemos encontrado a Jesús y el Reino, toda nuestra vida estaría enfocada a conseguirlos.  Y, como dice Jesús, estaríamos llenos de alegría por este encuentro. Si la religión nos llena de preocupaciones, de problemas, y no nos llena de paz y alegría, es que el Reino no es un tesoro ni una perla preciosa para nosotros. Si nuestra religión consiste en una oraciones, en unas ceremonias de vez en cuando y no nos lleva a entregarnos a los demás, a luchar por un mundo más fraterno, no hemos encontrado el Reino, no lo consideramos un tesoro.


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